viernes, 13 de noviembre de 2009

Mi aventura de ser docente

Les quiero comentar que, mi aventura como maestra empezó hace más de dos décadas. Puedo decir, como el maestro José M. Esteve, que estoy donde quería estar. Satisfecha, más no estática, con mí desempeño como docente.



Puedo decir, que al igual que varios de mis compañeros, no fui docente por mi elección sino por invitación. Por ello, considero que los que están en este curso, demuestran que quieren mejorar su trabajo docente, subsanar las deficiencias que pudieran tener y/o estar actualizados en nuevas corrientes y herramientas pedagógicas. Y por lo tanto demuestran compromiso y responsabilidad con su labor en las aulas.
Como menciona José Esteve en su aventura, mi principio también fue difícil, con la falta de experiencia en el manejo de grupos, en la organización de una sesión de clases, la planeación de un curso, la detección de las necesidades de los diversos grupos, la habilidad de comunicarme adecuadamente con mis alumnos, etc.
El método de enseñanza tradicional que en ese entonces se aplicaba, ayudaba a tapar de alguna manera, estas deficiencias. Ya que podíamos actuar como docentes autoritarios, mantener callados y ocupados a los alumnos a través de la práctica de interminables dictados que se llevaban el tiempo de la sesión de clase. Por otro lado, los alumnos eran más tranquilos, debido posiblemente a las condiciones en las que se desenvolvían.
Concuerdo con el maestro Esteve, en que la mayoría de nosotros aprendemos a ser profesores por ensayo y error y que a partir de nuestras experiencias, es que detectamos las deficiencias y necesidades que tenemos que solventar para transitar por el camino hacia el perfeccionamiento de nuestro trabajo docente.
Considero que el docente responsable debe practicar la autoevaluación de su desempeño, lo que le permite detectar lo que está funcionando y lo que no y el por qué de estos resultados.
Por lo tanto, siento que, los 4 problemas que José Esteve menciona en su Aventura docente: Obtener tu propia identidad profesional, reconociendo que nuestro trabajo es estar al servicio de nuestros alumnos, lograr ser un buen comunicador, habilidad esencial para un buen docente, imponer orden en la clase, con la sensibilidad que requieren los alumnos y reconocer el nivel de conocimiento de nuestros grupos para adaptar los contenidos académicos, son acciones que vamos perfeccionando conforme avanzamos en años de experiencia en la docencia y sobre todo cuando estamos enfocados a lo que debemos dominar en cuanto a las estrategias y habilidades para poder decir que somos profesores competentes.

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